Cada mañana se nos informa sobre las novedades de toda
la Tierra. Y sin embargo somos notablemente pobres en historias extraordinarias
(…). Ya casi nada de lo que acaece conviene a la narración sino que todo es
propio de una información (…) Nos hemos hecho pobres. Hemos entregado una
porción tas otra de la herencia de la humanidad, con frecuencia teniendo que
dejarla en la casa de empeño por cien veces menos de su valor para que nos
adelanten la pequeña moneda de lo ‘actual’.
(Diario de Moscú)
No hay comentarios:
Publicar un comentario